lunes, 11 de abril de 2011

Traduciendo los resultados de la ONPE

Desde las 8 PM del 10 de abril, la ONPE presenta informes de porcentajes cada cierto tiempo en su web. Tweets o estados de Facebook de medios y usuarios afirman alegremente, por ejemplo, "ONPE al 61.578%". Pero se olvidan de mencionar el segundo elemento que consigna la ONPE: "% de actas contabilizadas". Esa es la clave para saber cuál es el avance real de este organismo electoral y tomar las cosas con calma.


El porcentaje de actas contabilizadas son las que la ONPE tiene en su poder, físicamente. Es decir, son las actas que han llegado a su sede principal, donde están ingresando los votos al sistema.

El porcentaje que presentan los medios es el de votos procesados por la ONPE en relación con las actas recibidas hasta ese momento (contabilizadas). Es decir, las que han llegado a la ONPE se procesan poco a poco y son publicadas como avance cada cierto tiempo. No es el porcentaje sobre el total de actas. Eso sería imposible, simplemente porque todas las actas del país y del extranjero no llegan el mismo día.

Entonces, para saber cuál es el verdadero avance, solo debemos responder la siguiente pregunta: ¿Qué porcentaje de actas contabilizadas se han procesado?

Siguiendo el ejemplo del primer párrafo, la lectura en la web de la ONPE a las 01:27:01 horas era: 
% de actas procesadas: 61.578%
% de actas contabilizadas: 59.481%

La fórmula para obtener el avance real de la ONPE es sencilla: 

% de actas contabilizadas x % de actas procesadas = % de actas totales

En este caso: 59.481 x 61.578% = 36.627%. Esto significa que se ha procesado el 36.627% de las actas totales (las que tiene la ONPE más las que no ha recibido aún).

Así es como se debe interpretar los resultados.

Tanto Transparencia como Magdalena Chu de la ONPE han indicado que los avances no representan una muestra estadística, sino que son un conteo de votos que se informa a medida que se procesan (o introducen en el sistema) las actas físicas que van llegando a la sede de la ONPE. 

El que un candidato suba o baje resultado tras resultado no significa nada desde el punto de vista estadístico. 

Es como si uno tuviera una pastelería y van llegando pasteles de distintos sabores, uno tras otro, en desorden. Puede ser que en el primer envío reciban más pasteles de un sabor y en el siguiente más de otro. No se puede concluir que un sabor tendrá más pasteles al final. La cantidad exacta de pasteles de cada sabor solo se sabrá cuando lleguen todos y sean inventariados.

En el caso de los conteos rápidos de las encuestadoras, lo que sucede es que se toman mesas representativas a nivel nacional y se realiza una muestra que tiene como margen de error aproximadamente +/- 1%. Es por ello que las tendencias iniciales de la ONPE han ido cambiando y seguirán cambiando a medida que lleguen más actas de lugares alejados en los que algunos candidatos que en Lima tenían mayor preferencia no fueron tan favorecidos. 

Eso irá estabilizando y sincerando la muestra y, a medida que la ONPE se acerque al 100% del procesamiento de las actas totales, recién veremos cómo se van acercando a los conteos rápidos de las encuestadoras (tal vez no en porcentajes finales, pero sí en cuanto a las posiciones de los candidatos).

Matemática y estadística pura.
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